martes, 24 de marzo de 2020

Soñar

Ella tenía miedo a morir, pero decidió ser valiente y seguir soñando. Desplegó las alas por encima de la montaña y siguió volando. Desde lo alto, pudo observar los lirios rojos de su jardín y a su gato azul, lamiendo los blancos pies de su pequeño cachorro. Siempre había querido volar. Así, como lo estaba haciendo ahora, con esas enormes alas de madera que le construyó su abuelo antes de morir. Nunca dejes de soñar, le había dicho, porque soñando aprenderás a volar y desde las alturas tus ojos verán un mundo diferente. El abuelo tenía razón.

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